2 DE JULIO, LUNES, 9 DE LA MAÑANA
El lugar de reunión eran las pistas de Atletismo y allí nos juntamos todos, escuelita con 8 representantes, grupo pequeño de escuela con 11, grupo de medianos con 9 y grupo de mayores otros 11. Además de los monitores que acompañábamos, Patricia, Marta, Aída, María, Luis y Sonya.
A eso de las 9:30h después de esperar a los despistados, despedirse de los padres y cargar bicis y demás equipaje en el autobús salimos en dirección a Condemios. Hay que señalar que este año avisamos con tiempo al conductor de que no hiciese caso del Tom tom y que fuera por Atienza y conseguimos llegar solo con un vómito por el camino frente a los cinco del año pasado. Además en Cogolludo recogimos a Alex, nuestra futura estrella de Pálmaces.
Una vez en el campamento y puestas las bicis a punto (que no fue moco de pavo), nos repartimos en grupos, los peques con Patri y Marta tuvieron su excursión particular hacia la presa del Poyato, marcha fácil a primera vista, pero que con tanta indicación de los que ya lo conocíamos las confundimos y dieron un paseo extra, eso si, mereció la pena, pues aunque anduvieron algunos “metros” de más atacar la laguna campo a través y descendiendo por un pinar fue más aventura que haber llegado por el camino por el que llega todo el mundo.
Los que iban en bici salieron todos juntos acompañados por Sonya en cabeza, que era la que conocía el terreno, Aída por el centro y María cerrando el grupo hasta que nos encontramos con Luis y el grupo se dividió.
Nos volvimos a juntar para comer en el Pelagañinas y vuelta al campamento todos juntos.
Allí estaban los escuelitos dentro del agua. Patri y Marta “luchando” con ellos para que fueran saliendo del agua, pues el autobús había llegado y tenían que volver a casa.
Alguna incluso lloró pues no quería volver, se quería quedar en el campamento…
Los demás bañito en la piscina y a colocarse en las cabañas donde pasaríamos la primera noche.
3 DE JULIO, MARTES
Primera bromita nocturna, el grupo de los chicos mayores se dedicó a poner pasta de dientes en la bici de uno de los medianos, así que después del desayuno les toco limpiar todo lo que habían manchado y arreglarle la bici.
Las actividades de ese día:
Mayores: carrerita por los alrededores.
Medianos y pequeños: juegos de carrera.
Cuando llegaron los mayores se juntaron y empezaron con juegos de habilidad sobre la bici por equipos y una vez acabado el calentamiento hubo un duatlón por equipos donde pequeños, medianos y mayores lo dieron todo.
Como todo esto a alguno le supo a poco, pasamos a añadir el agua y en distintas modalidades se hicieron triatlones: individual, por relevos y distintas distancias en función de la edad, todo ello con una única salida.
Después de comer, una más que merecida jornada de descanso que se pasó pintando una bandera para la escuela, camisetas y haciendo pulseras de los colores del club. Alguno que otro también la hizo roja y amarilla, la eurocopa había acabado dos días antes y la fiebre de la roja todavía estaba presente.
4 JULIO, MIERCOLES
Excursión en bici por los alrededores. Se hicieron dos grupos de salida, uno hacia Galve de Sorbe con Maria y Sonya, y otro con el mismo destino, pero dando un “pequeño” rodeo que acabaría subdiviéndose: los más cañeros que volverían por cortafuegos con Adolfo, y el resto con Aída volverían por la carretera que ya tenían bastante pendiente por el asfalto.
El grupo de Sonya y Maria una vez en Galve subieron a ver el castillo dejando las bicis al cuidado de Maria y aquellas que no quisieron subir.
Ya a la vuelta, sufriría Alba su caída que concluiría con tres puntitos en la rodilla y un paseo por el centro de Salud. A la llegada al campamento, sus amigas incondicionales allí estaban para recibirla, la comida podía esperar.
Esa tarde continuamos con los talleres que tanto éxito habían tenido, otros por la piscina y algunos empezaron a construir una cabaña en uno de los pinos.
Una anécdota en este día accidentado fue el abejorro que se enredó en el pelo de Tigist y que no fue fácil quitarselo de la cabeza, menos mal que tanto ella como el abejorro fueron pacientes y la liberación se resolvió sin problemas.
Por la noche, después de la cena hubo trivial triatlético para todos. Allí salieron cosas interesantes sobre la historia de nuestro club y del triatlón en general, todos aportaban conocimientos dentro de cada equipo.
5 JULIO, JUEVES
Gimkana, todos a participar, divididos en 6 grupos fueron superando pruebas, tales como saltar juntos a la comba, coger una manzana con la boca dentro de un barreño de agua, cantar una canción con la boca llena de sobao, recoger bidones de bici del suelo montado en la bici y sin poner pie en tierra, pasarse un globo lleno de agua entre pecho y barbilla…
Esto nos ocupó toda la mañana y como ese día amaneció un poco frío y nublado eliminamos las pruebas de piscina.
Después de comer despedimos a María y el grupo de mayores, mapas a mano, si a mano digo porque tuvieron que dibujarlos ellos, empezaron a preparar una carrera de orientación nocturna para los demás.
Los monitores también nos poníamos a trabajar con los mapas del exterior del campamento y preparábamos la actividad del viernes, “carrera de orientación en bici por los alrededores”.
La carrera nocturna se celebró después de la cena, las chicas una vez más eran más rápidas y luego hasta la hora de dormir estuvieron disfrutando de su última noche en el campamento. Algunos la disfrutaron demasiado estando hasta las tantas de la madrugada armando jaleo.
VIERNES, 6 DE JULIO
A eso de las ocho de la mañana cuando Sonya, y Aida se levantaban para salir a colocar balizas descubrieron que todos los mayores se habían metido juntos en una cabaña que no nos habían asignado, moviendo colchones de otras cabañas para poder dormir nada menos que 9 en una cabaña preparada para 5.
Después de hacerles una foto, les despertamos. Volvieron a sus respectivas cabañas no sin antes dejarlo todo como estaba. Después de echarles la charla Rielves preocupado preguntó si se habría enterado Raúl, el gerente del campamento, y para su sorpresa le contamos que la cabaña de al lado era precisamente la suya. Imaginaos que cara se le quedó!!!!
Luis llegó con la furgoneta para la vuelta y empezamos la orientación. Los mayores se repartieron en 5 equipos y el resto en tres acompañados cada uno por un monitor.
Ahora tocaba empezar a recoger el campamento, mochilas, bicis a la furgo, y dejar la cabaña como estaba.
Después de la comida, sesión fotográfica uniformados, y como solo los mayores tenían equipación hubo reparto de camisetas y sudaderas entre los más pequeños para que pudieran salir en la foto.
A las seis, tras engullir un bocata de nocilla, subíamos al autobús y salíamos de vuelta a casa.
AL DIA SIGUIENTE…
Recibí un correo de Claudia, esto es lo que escribió:
Estos cinco días junto con la gente de triatlón de Guadalajara, Triguada, han sido muy significativos para mí. Me voy con los pulmones bien llenos de respirar pureza y naturalidad. He tenido la suerte de conocer a mucha gente que se dedica a esto e incluso en algunas épocas practicarlo también con ellos. Por lo tanto conozco a la gente de triatlón desde un punto interno y también desde un punto externo, ya que no tengo el placer de compartir con ellos entrenamientos y el día a día y por eso puedo decir algunas cosas de todo lo que me han dejado. Después de esta experiencia me llevo muchas cosas a casa. En estos días he podido observar un gran compañerismo entre gente que practica un deporte individual pero que se comportan y sienten como una gran piña. Se puede apreciar claramente la confianza que se ofrecen unos a otros aunque algunos lleven muchos años juntos y otros menos. Todo el que entra en triatlón ya es bienvenido, y como una vez me dijo un gran triatleta: una vez que has empezado ya estas “envenenado” de por vida por el triatlón.
Pero el triatlón no es solo nadar, bici y correr. Significa muchas cosas más. Significa muchos días de entrenamiento, muchos días dedicados al deporte y con eso también va incluido compartir tu tiempo día a día con gente que hace que esto sea posible de una forma agradable, y más que eso.
Estos cinco días han sido muy especiales. Está claro que hemos hecho mucho deporte y yo, que no soy triatleta, he recibido un gran apoyo tanto de compañeros como de los monitores. He aprendido muchísimo y nunca he visto una mala cara cuando me han tenido que esperar o ayudar. Siempre me he encontrado con una sonrisa, con un sí, con bromas, con ganas de ayudar y con gente que quiere que entiendas lo que sienten ellos por todo esto. Y así es, lo saben transmitir muy bien. Me he sentido muy cómoda y muy bien recibida.
La gente hace triatlón por muchas causas y mi experiencia en otros deportes me dice que este es el mejor equipo que he conocido aunque practiquen un deporte individual. Como ellos dicen, son una gran familia, y todo el que está dentro sabe todo lo que conlleva estar ahí.
No es fácil ser un triatleta. Los triatletas tienen que tener muchas cualidades. En ellos reina la fuerza de voluntad, el ansia de superación y esas ganas que tienen de conocer y de saber. Ser triatleta es decir SÍ cuando tu cuerpo dice lo contrario, es no conformarse, es tener ganas de querer siempre más, y es sobre todo luchar por una meta teniendo muy en cuenta el camino.
Esto es parte de todo lo que me habéis regalado estos días y también es mi manera de agradecéroslo. Hasta pronto, de corazón.